cuatro francesas, un cerdito avaricioso y un ojo
esto he leído.
que Rocío Laffon Bayo era una joven francesa que vivía en las rías gallegas
que en 1944, en la España franquista y censora, ella y sus tres hermanas, recién llegadas de Francia y al parecer todas guapísimas y adolescentes, tomaban el sol en las playas gallegas con bikinis coloridos cuando las demás iban como monjas
que se paseaban en bici en pantalón cortísimo, fumaban, bebían y se tiraban por el malecón como si fueran hombres
que los mayores se escandalizaban y los jóvenes las admiraban
que el párroco del pueblo les prohibió la entrada a la iglesia porque iban muy escotadas a misa y se les intuía la forma de las tetas
que escuchaban discos franceses que nadie había oído antes y bailaban en los guateques de su padre mientras bebían vino y comían ostras
que los jóvenes de las comarcas vecinas iban a esos guateques para intentar bailar con ellas
que las jóvenes de la comarca querían ser como ellas
que un día Rocío Laffon Bayo se mudó a Madrid y empezó a frecuentar el café Gijón, donde se besó con dos escritores a la vez
que uno de ellos era juan benet, con quien tuvo un romance corto pero intenso
que benet dijo: “de ella podría haber escrito mil páginas” (aunque según otras fuentes esas palabras iban dirigidas no a rocío sino a solange, su hermana)
que el otro era luis martín-santos, con quien se casó
que un día, a los treinta y pocos años, Rocío Laffon Bayo abrió el gas de la cocina y se suicidó
que un año después su viudo luis martín-santos se mató en un accidente de coche, a los treinta y nueve años. para entonces ya había escrito “tiempo de silencio” y no sé cuántos ensayos sesudos sobre psicoanálisis (era psiquiatra)
que de él se dijo: “nadie puede realmente llegar a entender cómo era
Luis Martín-Santos”
he leído las primeras sesenta páginas de “tiempo de silencio”, de luis martín-santos, y me han sorprendido gratamente. el libro me ha parecido el eslabón perdido entre joyce y fernanda melchor, aunque seguramente haya muchos otros eslabones perdidos.
algunas de sus ideas me han parecido tan modernas para la España de 1961 (incluso para ahora, visto lo visto) que quise saber de dónde venían. entonces di con rocío laffon. me gusta pensar que fue ella quien de alguna manera le inspiró esas ideas. no creo que hubiera muchos otros hombres por entonces en España hablando del machismo ibérico o del racismo contra negros, gitanos y filipinos.
ps: estos cotilleos que he puesto arriba los he leído en rincones remotos de internet, incluido el blog de un tal fernando salgado. no sé cómo es de precisa la información.
llegué a “tiempo de silencio” por casualidad. me fui de viaje sin libro y me lo encontré en la casa en la que me hospedé. sólo me dio tiempo a leer un trozo.