dormida boca abajo con la boca abierta (de estupor, no de sueño), quise ser una patata.
(cita anónima)
1.
en 1968, yoshiharu tsuge tuvo un sueño.
no sé si me lo he inventado o lo leí en alguna parte: todo ocurrió durante una cabezada en una cafetería. tsuge estaba de viaje y estaba agotado y la cafeína y la nicotina le dieron sueño, como suele pasar, y se quedó dormido sobre la mesa.
en su sueño, él estaba en el mar y una especie de medusa le mordía y le seccionaba una arteria del brazo. la arteria seccionada quedaba colgando por fuera como una manguera de plástico cualquiera partida en dos, como si acabara de estar regando las flores de su jardín, y él intentaba juntarla con la mano para no desangrarse.
“necesito un médico”, pensaba, y se pasaba buena parte del sueño buscando a un médico en un pueblo. un tren operado por una chica con una máscara de gato lo llevaba al pueblo de al lado, que en realidad era el mismo pueblo que el anterior. pero ahí sólo había oftalmólogos. una cantidad monstruosa de oftalmólogos se sucedía en la calle, uno tras otro.
por fin se encontró con una anciana y le pidió que lo llevara al médico.
“qué tipo de médico”, preguntó la anciana.
“un ginecólogo”, dijo tsuge. “preferiblemente una ginecóloga”.
el sueño continuó. al despertar, tsuge (leído tsugué) decidió trasladar su sueño tal cual al papel. de ahí surgió Nejishiki (una especie de traducción sería “una especie de tornillo”).
según el libro “Yoshiharu Tsuge: un mundo de sueños y viajes”, de varios autores, tsuge se apartó del dibujo y de la sociedad hace veinticinco años. cuando le preguntan por qué no va a tal o cual evento, dice que es porque la gente le saca fotos y las cuelga en internet. también dice que lleva toda su vida fumando diez cigarrillos al día por el bien de su salud, porque les viene bien a sus arterias, que deben de ser fuertes como una manguera en un jardín.
(diez cigarrillos al día desde hace cincuenta años “menos ahora, que estamos hablando y me he fumado treinta”, dijo durante la entrevista).
ALGORITMO: si te ha gustado esto, también te gustará esto:
dibujo de H a los cinco años.
2.
en un relato de kawabata de 1951 llamado “tamayura” que traduje el año pasado para seix barral, un hombre sueña que unos hombres primitivos le aplastan las venas de la cabeza. él está abatido en el suelo y en un momento dado su cuero cabelludo empieza a despegarse del cráneo y a estirarse hasta el punto de que se extiende por el suelo como un globo deshinchado. y durante el sueño sólo piensa, sin ningún dolor: “espero que no me revienten las venas”.
esto ocurre sin aparente importancia en mitad de un texto kawabatosamente delicado, hondo, frágil y esponjoso.
3.
en “Agujero”, de hiroko oyamada (que también traduje; esto empieza a parecer un publirreportaje), aparece un animal que no es ni un perro ni un tanuki ni un jabalí. tiene un pelaje corto y negro y es manso, puede que tonto. nunca se llega a definir qué animal es porque no existe en el mundo real. ese animal se le apareció a oyamada en un sueño, según me contó, y lo trasladó tal cual a su relato. el paso dócil del animal, el campo, el calor del verano, las cigarras, todo lo soñó.
4.
nabokov tenía insomnio y se desesperaba. la gente que le encuentra una explicación a todo dice que debido a su insomnio y a su avanzada edad, la calidad de su sueño en sus últimos años de vida era pésima (cosa obvia) y eso hizo que se pasara casi toda la noche en la fase REM. y por lo tanto soñaba sin parar.
qué suerte.
un día en su vejez nabokov decidió hacer un experimento para probar la teoría de un tal Dunne que decía que los sueños eran algo así como casi premonitorios. podían anticipar eventos que iban a ocurrir dos o tres días después, pero nunca más de dos o tres días después. durante un tiempo (no recuerdo si una semana o varias) nabokov anotó sus sueños en una cuartilla cada mañana al levantarse, y un buen día concluyó que las teorías de Dunne eran ciertas porque en uno de sus sueños anticipó algo que vio en la televisión dos días después. o mejor dicho, según él, el sueño que tuvo había sido originado por algo que vería dos o tres días después en la televisión.
es curioso que nabokov odiara tanto a freud (y a dostoyevski) pero estuviera tan fascinado con lo que los sueños le intentaban decir desde el subsconsciente.
Sueño: intento una cópula fría y nada placentera on una vieja gorda (a quien conozco ligeramente y por quien siento tanto deseo como por un gorila o un cubo de basura). El día anterior alguien le decía a otra persona, en mi presencia, que una tercera persona, un hombre al que conozco, se iba a casar —¡por dios!— con una vieja gorda que yo no conocía pero cuyo nombre sonaba parecido al de la mujer con la que soñé la noche siguiente. 🙄
qué pena de sueño.
extraído de este libro (de interés medio):