aprovecho que acabo de terminar una traducción para escribir por aquí.
intento recordar pero la memoria se hace pedazos.
lo he contado otras veces: el primer texto literario que leí fue “El minotauro” de borges. yo tenía doce años y la profesora nos lo mandó leer en clase. fue el texto que me descubrió lo que era la literatura, lo que se podía llegar a hacer con palabras. hacía calor en buenos aires, era octubre o noviembre, y había en el aire una indolencia pre-vacacional que se mezclaba con la humedad y las feromonas lunáticas de la edad pubescente. las niñas llevábamos sujetador por primera vez y los niños jugaban a tirar del elástico. la profesora, silvia se llamaba (tenía un ojo azul y el otro pardo), nos dio ese texto del minotauro y ocurrió algo extraño. me metí en el texto y en el laberinto como nunca me había pasado antes y por un momento me olvidé de todo. del sujetador, de la clase, de los niños, del verano inminente.
aquel texto no me llevó a ningún otro libro. simplemente se quedó ahí en mi cabeza.
al año siguiente, colegio nuevo, no conocía a nadie, no entendía nada. la profesora, una mujer seria y antipática, nos obligó a leer ya no un texto sino un libro entero y eterno cuyo título intento recordar con precisión pero no puedo. creo que se llamaba “cuentos argentinos”. era una antología de relatos de escritores argentinos. la portada era de color azul claro y creo que llevaba un grabado o un dibujo a pluma del cabildo o del congreso de la nación; algún edificio aburrido. empecé el libro con pocas ganas esperándome un tedio similar al del cabildo pero entonces me encontré con bioy casares: me intrigó, me atrapó, sentí una fascinación ciega y totalmente inesperada. me sorprendí disfrutando de la lectura. la letra era diminuta, impresa en papel reciclado o en todo caso áspero al tacto, como cartón. casi se deshacía al manosearlo.
no me quedé con el título del cuento pero sí con el nombre del autor.
(puede que recuerde mal y que la antología fueran los cuentos extraordinarios de bioy casares y borges. pero estoy casi segura de que había un edificio histórico en la portada. )
unos meses más tarde, cuando la profesora nos mandó elegir un libro para leer, elegí “El perjurio de la nieve” de bioy casares.
fue esta edición:
ahí empezó todo.
actualización: lo encontré. nada que ver con el dibujo que recordaba 🤭
Gracias por hacerme releer "El perjurio de la nieve", lo tenía medio olvidado. (No conservo muchos libros, pero entre los que me quedan están las obras completas de Bioy. Un ídolo mío).
Parece que también tuviste suerte con tu primera literatura (además de tu primer cine, quiero decir). En mi caso fue Salgari y, después, Verne. No me quejo, eh.