un diagrama antiguo que no recuerdo qué representaba ni quién lo dibujó. es de dominio público y es muy bonito.
f.
quién es, me preguntaron.
un arbusto, respondí.
l.
sigo en instagram a un maestro de tai chi al que nunca le he prestado más que un pestañeo de atención. lo seguí sólo porque tiene un ojo estrábico y me pareció interesante.
pero un día de esta semana me levanté por la mañana y quise hacerle caso. uno de sus ojos me dijo: “repite estos movimientos tres veces y tu espalda será un ferrocarril”. el otro se fue a tomar té.
yo quiero que mi espalda sea un ferrocarril así que lo he puesto como favorito en mi algoritmo. ahora es lo primero que me aparece en instagram cuando lo abro por la mañana.
un dibujo que dejé a medias.
o.
sermón de domingo.
imaginación, según la RAE:
Facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales.
facultad del alma.
estoy casi de acuerdo con que sea del alma y no de la mente. es casi una declaración contra la inteligencia artificial, como si le estuviera diciendo a las máquinas: “incluso aunque lleguéis a ser tan potentes como un cerebro, nunca tendréis alma, y eso es lo que se necesita para crear”.
yo creo que la imaginación lo es todo. cuanto más abierta y flexible la mente, más capacidad para imaginar. cuanto más sale alguien de su zona de confort, más la desarrolla. la imaginación tiene todo que ver con la empatía y la subversión, con la capacidad de generar cambio y de tolerar la diferencia, de comprender y adaptarse y ver la realidad desde distintos ángulos, con la capacidad de pensar y resolver, reconstruir y regenerar. con la capacidad de abstracción y con la capacidad de reírse de lo amargo.
creo que es la manifestación más poderosa e interesante de la inteligencia.
ya no me interesa el lamento ni el regodeo en el dolor. me interesó un lunes mientras comía ensalada. pero hoy no, ni ayer, ni en año nuevo. puede que mañana otra vez sí. ahora quiero imaginación viva, loca, descontrolada. no quiero saber nada de la realidad. hay que darle a la realidad lo que no tiene: humor, locura, lo imposible y lo invisible. pero sobre todo lo genuino.
huyo de los movimientos reflejo, del pensamiento colectivo, del comportamiento grupal.
me gusta la gente que tiene mucha imaginación.
me gusta el uso del lenguaje que me sorprende, la gente genuina, el arte genuino. me gustan las cuentas de instagram con pocos seguidores, la gente que hace arte desde un rincón sin que nadie se fije en ellos.
me amigx álva me acaba de sugerir un nuevo término: Inteligencia Artesanal.
(por cierto, el último fin de semana de mayo estaremos álva y yo en la feria del libro de madrid, en el pabellón de indómitas, vendiendo libros artesanales y firmando autógrafos).
r.
(cambio tipográfico: modo serio)
Blaze Foley fue un poeta y cantautor de Texas que compuso canciones tan bonitas como “If I Could Only Fly” o “Clay Pigeons”.
Desde siempre siento una extraña conexión con el imaginario del salvaje oeste y el arte que generó. Es una conexión que ocurre a un nivel puramente literario y no geográfico ni social ni cultural. No tengo interés en la sociedad tejana ni en visitar Phoenix, Arizona. Ni el Midwest, salvo Chicago.
Pero, curiosa e inesperadamente, monstruosa y fabulosamente, encuentro en la música country que nació del paisaje desolador de los cowboys un tipo de existencialismo con el que me identifico. Debió de haber mucho individuo solitario que vagaba de un lugar a otro y se desarraigaba. Y añoraba, pero sin saber ya a dónde volver. La soledad, el desarraigo y la inmensidad del paisaje son temas centrales en estas canciones. No hay colectivo, no hay comunidad ni pertenencia. Sólo el individuo ante su existencia.
Blaze Foley tuvo una muerte muy apropiada para sus canciones. Murió de un disparo en el pecho en un pueblo de Texas a los cuarenta años. Fue una disputa tonta. El autor del disparo era un hombre llamado Enero que fue absuelto por el jurado a pesar de que su propio padre Concho testificó contra él. Pero Concho era un borracho (como Foley) y nadie le creyó.
Eso me ha contado wikipedia.
Wikipedia también me ha contado que los amigos de Foley sellaron su ataúd con cinta de embalaje para evitar que lo saquearan, cosa que ocurrió unos días después. Alguien saqueó su tumba para sacar del bolsillo del muerto un cupón.
(Pero no cualquier cupón. Quien quiera saber de qué era el cupón, que vaya a Wikipedia).
Será que así es como mueren los poetas en el salvaje oeste.
Sorprendente y hasta temeraria esa definición del DRAE, no había reparado en ella.
En cuanto a la IA, creo que tarde o temprano llegaremos a aquello de que "si tiene pinta de pato, camina como un pato y grazna como un pato...". Además, ni siquiera tenemos certeza de que otros humanos posean consciencia (o alma, o lo que sea). ¿Por qué creerles a ellos y no a una máquina?